Hay un dicho que versa: “la belleza está en el interior”. Aplica a muchas situaciones en la vida, pero podemos decir que se emplea de particular manera a frutas y verduras. Cuando un consumidor va a un supermercado y está en el departamento de frutas y verduras listo para elegir lo que se llevará a casa: ¿hay algo que guíe sus decisiones? ¿Cómo decide comprar un producto y no otro? ¿Puede definir que hay frutas y verduras feas y frutas y verduras bonitas?
Según la FAO, el 45% de frutas y verduras se pierden en la cadena de suministro que va de la producción a la distribución de estos productos. Para descartar a estos productos, se tienen en cuenta aspectos como si tienen alguna deformación o bulto, su calibre y, en algunos casos, las frutas y verduras son escaneadas para comprobar que cumplen con requisitos específicos en su composición.
Esto se traduce en aproximadamente 1.3 millones de toneladas de alimentos que van directo al desperdicio al no cumplir los estándares de belleza.
Pero, ¿hay alguna razón nutricional ligada a esta práctica? La realidad es que no. Las frutas y verduras imperfectas tienen la misma cantidad de nutrientes que el resto. Son igual de saludables y han sido cultivadas de la misma forma que el resto.
Afortunadamente, en los últimos años este prejuicio se ha ido derribando. La compra y venta de frutas y verduras imperfectas ha sido promovida fuertemente con movimientos como UglyFoodAndVeg
Algunas salidas que le han dado a estas frutas y verduras ha sido convertirlas en mermeladas, sopas o productos donde su estética no afecte a lo que llevan en su interior. Lo importante, al final, es el sabor. Iniciativas como Espigoladors recuperan estos alimentos y los ponen en patés, mermeladas y salsas.
Otras iniciativas dedicadas a recuperar estos alimentos y que les han dado la vida que se merecen son Perfectly imperfect produce Imperfectus, Imperfect food, Misfits Marketo Full Harvest, abriendo con éxito nuevas ventanas al comercio de frutas y verduras que hasta ahora no había tenido una salida salvo el desperdicio.
Estos casos de éxito han hecho que los supermercados de todo el mundo se planteen la iniciativa de tener frutas y verduras "únicas", como "Produce with Personality" del supermercado Giant Eagle, "Inglorious Fruits and Vegetables" de Intermarché o la apuesta de la cadena Raley's por comprar frutas y verduras imperfectas y aumentar el consumo de peras por ser "diferentes".
Lo diferente ha representado hasta ahora cierta reticencia al adquirir frutas y verduras, pero los últimos años se ha convertido en una tendencia y en un reto por cambiar los estándares a través de los cuales medimos a los productos que consumimos. Eliminar estos estándares nos ayudará a hacer una cadena de suministro más efectiva y a salvar millones de frutas y verduras del desperdicio.
¿Tú estás listo para sumarte y ver a las frutas y verduras por su sabor y belleza interior?