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Una colaboración con Grupo CristalPlant
¿Has escuchado hablar de los injertos hortícolas? Si lo primero que se te viene a la cabeza al escuchar injerto es una modificación ¡estás en lo cierto! El injerto hortícola es una práctica agrícola sostenible muy innovadora en el medio y consiste en modificar genéticamente una planta para mejorar sus características.
El injerto es la unión de dos plantas con características diferentes. El Grupo Cristalplant nos cuenta “el injerto es la unión de dos plantas, donde una planta trabaja con el sistema radicular de una variedad y la otra parte el sistema foliar” en otras palabras, la planta que trabaja con el sistema radicular se caracteriza principalmente por determinar la resistencia a las plagas y las condiciones adversas, en cambio, la otra planta que aporta la parte foliar que determina las características físicas propias de la planta, el color, tamaño, entre otras.
Sabiendo esto, podemos pensar en todas las modificaciones que se pueden hacer para que una planta llegue a “su mejor versión” según Cristalplant: “la principal característica del injerto hortícola es la resistencia a plagas y enfermedades del suelo” recalcando que es una práctica sostenible, lo que permite usarlo en cultivos ecológicos y aumentar la producción de los cultivos en general.
Lo más importante al realizar injertos es seguir los cuidados necesarios al pie de la letra, ya que, dependiendo de la planta y el suelo, el sustrato puede variar. “Los sustratos son los diferentes medios de propagación de una planta, que influyen en la rapidez de desarrollar el sistema radicular de una planta, por lo tanto, hay que llevar una forma diferente de cultivarla y de realizar el fertirriego”.
Actualmente, los retos para la horticultura son cada vez más grandes, “el nivel de plagas y enfermedades que tenemos presentes es muy alto”, nos recuerda Cristalplant, y enfrenta otros retos como “llevar una producción ecológica o residuo cero a un gran nivel productivo para buscar la rentabilidad máxima al agricultor”. Al hacer plantas más resistentes también las enfermedades y plagas evolucionan siendo más difíciles de erradicar, es por eso que seleccionar la semilla adecuada al momento de sembrar el injerto es crucial.
¡No es tarea sencilla! Esto se consigue “conociendo la época, zona, enfermedades y dificultades que hay según cada finca y saber lo que buscamos en la producción de la finca”, esto quiere decir que entre más claros tengamos los objetivos más fácil y acertada será la selección de la semilla.
El uso de compuestos químicos se ha convertido en una práctica común de la agricultura. Aunque estos al momento del cultivo pueden ser muy útiles, a largo plazo el impacto en el suelo puede ser muy alto. El cultivo ecológico “busca llevar una producción con un control fitosanitario máximo, respetando la normativa de utilización de productos 100% ecológicos, fitosanitarios y nutricionales” y su principal objetivo es que inhibir la afectación del suelo. Los injertos hortícolas permiten prever y controlar mejor un cultivo, además de promover prácticas agrícolas sostenibles.
Si te gusta adelantarte a los hechos y controlar tu producción, déjanos platicarte en una breve llamada cómo puedes optimizar tus procesos consiguiendo más resultados en menos tiempo.
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