Fomentar el desarrollo sostenible, reducir nuestra huella ecológica, tomar decisiones más respetuosas con el medio ambiente... son temas recurrentes en todos los niveles de la sociedad, cada vez más demandados por el consumidor final. Aunque la presión social es fuerte, los informes de RSE (Responsabilidad Social de las Empresas) aún no son obligatorios para todas las empresas.
Pero como esto repercute en nuestro planeta y en nuestros propios medios de vida, es sólo cuestión de tiempo que la notificación de estos datos se convierta en obligatoria. Por ello, muchas organizaciones están estudiando más detenidamente el impacto ambiental de sus actividades. Las agendas son múltiples: responder a la presión social; conocer mejor sus procesos; equiparse mejor para comunicar; prepararse para futuras normativas; garantizar el futuro a largo plazo de su negocio.
El tiempo dedicado al reconocimiento rara vez se pierde" es una frase que suele atribuirse a los militares, pero que sin duda se aplica en este caso. Jonathan Goumon, Director de Desarrollo Comercial de Consentio, lo confirma: "Un productor u otro operador de la cadena que se interese hoy por su huella ecológica será sin duda un actor que tomará decisiones más ilustradas mañana".
Medir es saber
Interesarse por la huella ecológica es algo más que hacer números, requiere análisis e investigación. Cada organización es diferente pero el análisis básico es el mismo, se trata de diseccionar cada proceso: condiciones de cultivo de un productor, suministros, envasado, transporte... ¿Qué recursos naturales se utilizan y qué cantidades de carbono se emiten? El tema es complejo y tiene ramificaciones globales, por lo que es esencial adoptar un enfoque detallado, analizando cada aspecto con la mayor precisión posible. Ya existen modelos de cálculo y expertos que pueden ayudar a las organizaciones a empezar.
CO2Correct, con sede en los Países Bajos, ofrece sus servicios a los profesionales del sector hortofrutícola, en forma de un análisis completo de las emisiones de carbono, basado en datos generales complementados con cálculos específicos, seguido de un programa de compensación. Realizar un análisis abre los ojos a los múltiples componentes de la propia ecuación. Siempre aporta nuevos conocimientos al productor, a veces impulsando un enfoque diferente, o un cambio determinados procesos. "Nuestra misión es facilitar el proceso y hacerlo accesible al mayor número posible de personas. A medida que se recogen los datos, se hace posible una consolidación que pone de relieve las áreas de la cadena donde el impacto del CO2 es mayor. No se trata de ser perfecto, sino de tomar las decisiones correctas", explica Stephan Schneider, de CO2 Correct. He aquí un ejemplo de los resultados: para la producción de un kilo de man goes cultivado en Perú, transportado en barco y vendido en un supermercado europeo, se analiza por separado y en profundidad cada elemento de su producción.
El papel de la tecnología
En el sector agrícola, el desarrollo sostenible se acelera con la llegada de soluciones digitales que apoyan la agricultura de precisión, la automatización de procesos, las interacciones comerciales, etc. Consentio forma parte de esta evolución y facilita la comunicación y la transparencia entre los distintos operadores a lo largo de la cadena de suministro. Jonathan Goumon lo confirma: "Nos hemoscomprometido a facilitar el diálogo en torno a las cuestiones medioambientales, porque sólo van a cobrar más importancia en el futuro. Hoy nos centramos en el origen de los productos, que puede verse de un vistazo en nuestra plataforma. Y vamos a ir mucho más lejos: nuestra ambición es ofrecer a nuestros usuarios la posibilidad de comunicar sus datos de sostenibilidad, y los "pioneros" destacarán sin duda entre la multitud. Consentio es una potente plataforma para fomentar el intercambio de datos sobre sostenibilidad e impulsar así todo el sector".
... ¡Seguirá!